La terapia es un espacio de diálogo, de escucha, de expresión entre la persona, la terapeuta y la obra artística, a través de la cual se manifiesta el imaginario singular de cada uno.
El darle forma a lo que nos pasa en el exterior, nos permite poder observar con cierta distancia nuestros malestares, rigideces y miedos, así como nuestros recursos, potencialidades y belleza.
Poderlo observar y tomar conciencia es un primer paso para la autoestima, la toma de decisiones y la transformación, haciéndonos responsable sobre nuestra propia vida.